La juventud es la época de construir cimientos. Se invierte tiempo y esfuerzo que aparentemente no dan frutos. Los recursos desaparecen, pero la inversión es necesaria para construir una torre monumental.
El joven que desperdicia su tiempo en borracheras, libertinaje, vagancia, abandono de estudios o pillerías no podrá construir ni la casa más modesta.
Las semillas sembradas en la juventud germinaran invariablemente en la madurez. Si fueron venenosas, sus frutos serán venenosos. Si fueron limpias y buenas, de ellas nacerán arboles bellos y frondosos.
BIBLIOGRAFIA
SANCHES Cuauhtémoc, Carlos. Juventud en estasis 2.
“Noviazgo”. Ediciones Selectas Diamantes. Estado de México.
1997.192 pp.
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